"KOOLHAAS HOUSELIFE" DOCUMENTAL Y COLOQUIO

El viernes 19 mayo 19,30 h Espacio Ricardo Lorenzo c/ Los Aguayos, SantanderKoolhaas houselife DOCUMENTAL

Sede Cultural del Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria

Proyección del DOCUMENTAL:

“Koolhaas houselife”
una obra de Rem Koolhaas a través de su limpiadora

Al finalizar la proyección tendrá lugar un COLOQUIO en el que participarán:

Esperanza Botella, historiadora
Cesar Cubillas, arquitecto
María Jesús Cabrero, gestora sanitaria y ama de casa

Moderador: Domingo de la Lastra, arquitecto



Koolhaas houselife

Con el mismo laconismo que el célebre camarero fordiano de “Pasión de los fuertes” le respondía a Henry Fonda-Wyatt Earp, que él de amor no sabía nada, que siempre había sido camarero, Guadalupe Acedo, la mujer que desde hace casi una década limpia la icónica casa de Burdeos de Rem Koolhaas, responde que a ella no le gusta especialmente nada de esa casa, que no tiene rincones favoritos, que se limita a hacer su trabajo: limpiar. "Estoy aquí de paso, eso es todo".

Documental rodado por el italiano Ila Bêka y la francesa Louise Lemoîne, que nos introduce en una de las viviendas más audaces de finales del siglo XX a través de una mirada insólita: la de una mujer de Badajoz que cada día sube y baja con sus cubos, su aspiradora, sus bayetas y su fregona por las tres plantas de un edificio que Koolhaas construyó entre 1994 y 1998. La imagen de Guadalupe cargando sus arcaicas armas de limpieza en una casa de virtuosa tecnología sorprendió al propio arquitecto que en una entrevista sobre el filme señala: "Aquí chocan dos sistemas, una concepción platónica de la limpieza con una concepción platónica de la arquitectura".

Los dueños de la casa (una pareja y sus tres hijos) se trasladaron a las afueras de Burdeos después del fatal accidente que dejó parapléjico al marido. Le encargaron la casa a Koolhaas, entonces no tan famoso, un arquitecto de vocación tardía, que había sido periodista y hasta guionista de Russ Meyer, y que llevó a cabo un proyecto (declarado hoy Patrimonio Histórico) cuyo corazón es la plataforma elevadiza que permitía al dueño moverse por toda la casa en silla de ruedas y con absoluta libertad. Ojos de buey gigantes, hormigón gris, curvas y una estructura voladiza que se sostiene por tres puntos. "Se va a caer, algún día se va a caer", dice Guadalupe mientras lucha contra las goteras.

No entra en valoraciones estéticas: "Yo respeto todos los gustos" y se admira al abrir el enorme ojo de buey que permite ver desde el dormitorio principal la lejana ciudad rodeada de campo. De puntillas el espectador ha entrado en la intimidad de la casa, conoce sus grietas pero también entiende su inestable belleza. Guadalupe da un respingo y se queja de las permanentes averías que sufre la casa, siempre en obras: "Es como el Escorial, aquí las obras nunca acaban".

Desde su estreno en la Universidad de Harvard en febrero de 2008, Koolhaas houselife se ha convertido en una película de culto. "Nosotros queríamos hacer una serie sobre la vida real de la arquitectura de los llamados arquistars", señala Louise Lemoîne. "La idea era evitar que la voz principal fuera la del arquitecto o la de los propietarios. No nos interesaba hablar de estructuras, ni de materiales sino observar su vida", añade la directora. "Edificios que creemos conocer, descubrirlos de otra manera". Ila Bêka y Louise Lemoîne ya han rodado dos películas más dentro de la serie. Ellos se autofinancian un proyecto que también distribuyen.

De momento están en la fase montaje del segundo y tercer filme. "Rodamos unos viñedos de Herzog&De Meuron, también en Burdeos, a través de los recolectores de uvas y el Guggenheim de Bilbao, de Frank Gehry, a través del equipo que limpia los cristales y el titanio. Para los directores la voz de los trabajadores le da otro valor a estos edificios-icono. "Es una confrontación filosófica".

ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS

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