Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria

Sábado 04/05/2024 a las 12:00 h. ante el convento de las Clarisas en la calle Alta.

Inscripción gratuita para asistir al paseo en:  Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

El 4 de mayo de 1958 Ada Louise Huxtable firmó en «The New York Times» un artículo donde reclamaba una mayor enseñanza de la arquitectura en los colegios. La arquitectura es el entorno construido de la vida humana y debería ser mejor conocida. Se tituló «The Art we cannot afford to ignore (but do)». Ella no fue arquitecta pero, ejerciendo su labor periodística, logró el Premio Pulitzer en la categoría de crítica de arquitectura en 1970. Llegó a decirse que «Antes de Ada Louise Huxtable, la arquitectura no formaba parte del debate público».

«El arte que no podemos permitirnos ignorar, pero lo hacemos». La realidad es que, efectivamente, la vida de las personas se produce de manera constante y permanente en y entre edificios, en y entre arquitectura. En arquitectura habitamos, trabajamos, compramos, sanamos, nos educamos, asistimos al teatro, el cine, la danza o la música. Entre arquitectura caminamos por ciudades y pueblos. Quizá ninguna disciplina técnica nos sea menos extraña ni más próxima que la arquitectura. Es inseparable de la vida humana. Conocer esa arquitectura, descubrirla en nuestro entorno inmediato, forma parte de la imprescindible educación cívica. Los profesionales de la arquitectura tenemos una labor irrenunciable en darla a conocer, explicarla y aumentar las referencias arquitectónicas de la población. Solo con conocimiento y formación es posible enfrentarse a las limitaciones absurdas de un pensamiento único, sea en el ámbito de la vida que sea. Y la arquitectura no escapa a esa regla.

Atender a la (casi) súplica de Ada Louise Huxtable puede hacerse desde frentes diversos. Uno muy básico y esencial es acercarse a las escuelas y hablar de arquitectura en las aulas, en edades de diez u once años. La experiencia (que he experimentado ya) es enormemente gratificante y es recibida con aceptación plena por parte de un alumnado que atiende asombrado a un descubrimiento visual que le abre unas perspectivas de conocimiento apenas intuido y casi infinito.

Si la edad es otra y la escala es de ciudad, aparece la opción de una actividad ya conocida en Santander, como es ir [dePASEOconJANE]. El 4 de mayo de 1916 nació Jane Jacobs, una activista urbana en la Nueva York de los años sesenta, y en su recuerdo y en este día, 4 de mayo, se celebran en numerosas urbes del mundo desde 2007 paseos urbanos descubriendo tanto la arquitectura como las circunstancias cívicas y sociales del entorno o barrio visitado.

En ellos participa el propio vecindario de la zona a descubrir y se relatan anécdotas o pequeñas lecturas sobre algunos edificios o espacios de ese barrio cuyo «genius loci», cuyo espíritu del lugar, se quiere aprehender en esa visita mínimamente guiada para poder ir introduciendo temas en una conversación itinerante entre quienes se animan a pasear.

Este año, ir [dePASEOconJANE] será aproximarse al entorno de la calle Alta desde las cercanías de la Rampa Sotileza (antiguo Arrabal de Fuera la Puerta) hasta Cuatro Caminos. Por el camino podrán ir desgranándose comentarios sobre edificios con empaque, como el que fue convento de las Clarisas (notable ruina en la actualidad) o el antiguo hospital de San Rafael (hoy Parlamento de Cantabria). Habrá otros más domésticos pero no menos notables, como un interesante remedo santanderino del destacado edificio de Las Flores madrileño, un edificio escolar dedicado a Ramón Pelayo o unas viviendas vinculadas a Blancanieves (obra de un antiguo arquitecto municipal). Habrá más paradas interesantes ante arquitecturas casi desconocidas para muchos santanderinos aunque plenamente expuestas a su vista.

En eso consiste ir [dePASEOconJANE], en redescubrir la ciudad donde vivimos a través de espacios y edificios que, aunque siempre presentes ante los ciudadanos, algunos parecerían casi invisibles por lo ignotos que aún siguen manteniéndose para muchos. La cita, pues, este sábado 4 de mayo a las 12:00 ante el convento de las Clarisas en la calle Alta. (inscripción gratuita para asistir al paseo en: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. )